QUE NO QUITEN LA PALABRA DEL CORAZÓN

Por Alexander Monroy.

 

INTRODUCCIÓN

Hoy en día hay más información de la palabra de Dios que en cualquier otro tiempo de la historia. Hoy podemos llevar la biblia a cualquier parte, desde cualquier dispositivo podemos acceder a ella. Pero lo preocupante es que a pesar de eso, son muy pocas las personas que obedecen a la palabra de Dios, son muy pocas las personas que deciden confiar en Jesús, son muy pocas las personas que se arrepienten de sus pecados y salvan su alma. ¿Por qué sucede eso? ¿Por qué cuando hay más recursos de la palabra de Dios hay muy poca obediencia a la misma? ¿Qué podemos hacer para obtener el máximo provecho de la poderosa palabra de Dios?   

 

SATANÁS QUITA LA PALABRA DEL CORAZÓN

En la parábola del sembrador encontramos una declaración sorprendente del Señor Jesús. Mat 13:19 Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.

Arrebata significa Jarpázo, llevarse por la fuerza. No me extraña por qué tanta gente que escucha el evangelio no obedece al evangelio, y la razón es porque el diablo se encarga de quitar la palabra del corazón, pero ¿Cómo lo hace?

Hay muchas maneras en como lo puede hacer, pero la forma que más utiliza es por medio de la idolatría. Cuando Jesús escribió a la iglesia en Pérgamo les dijo lo siguiente Ap. 2:13 “Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás…” ¿Tenía Satanás un trono físico en Pérgamo? Por supuesto que no, pero cuando buscamos la historia de esta ciudad nos encontramos que allí se adoraban a 4 dioses griegos: Zeus, Asclepio, Dionisio y Atenas. Cada uno con enormes templos, cada uno ofrecía prostitución, cada uno ofrecía descontrol del cuerpo. Jesús se refiere a la idolatría.

La idolatría es adoración a una imagen o a un ídolo, bien sea literalmente o figurativamente. Adoración significa “Servicio” – idolatría es servicio a un ídolo. Cuando se habla de imágenes o esculturas. Pero también se usa para referirse en el amor al dinero. Colosenses 3:5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; Básicamente la idolatría es todo aquello que nosotros amamos por encima de Dios.

Dice la biblia que Satanás entró en el corazón de Judas Iscariote por medio de la avaricia, por medio del amor al dinero. En una ocasión una mujer llamada María ungió a Jesús con un perfume costosísimo y , observe lo que se dice de Judas. Juan 12:5 ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? 6 Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. El amor al dinero era el dios de Judas, y por eso Satanás arrebataba la palabra de su corazón.

El licor puede ser su ídolo, su esposo puede ser su ídolo, sus hijos pueden ser sus ídolos, su trabajo puede ser su ídolo, sus amistades pueden ser sus ídolos. Cuando uno no es cristiano y escucha la palabra de Dios y escucha acerca de obedecer el evangelio, lo primero que pasa por la mente de la persona es, “Pero si me entrego a Cristo ya no puedo ir a las rumbas” “Pero si me convierto a Cristo mi esposo o mi esposa me abandonarán” “Pero si me convierto a Cristo mis amistades me abandonarán y se burlarán de mí” y por eso ya no obedecen el evangelio de Cristo.

Es así como Satanás arrebata la palabra del corazón, ¿Se ha preguntado por qué el diablo hace eso? ¿Por qué él está empeñado en quitarnos la palabra de corazón? Porque el evangelio tiene la salvación del alma, y él no quiere que nadie se salve, él desea llevarse a la condenación a todo el que pueda llevar y por eso ejerce su influencia fuertemente sobre los seres humanos.

Y la mejor manera que utiliza es quitando su atención de la palabra de Dios. Y lo hace al instante.

 

LA PALABRA ES QUITADA CUANDO NO ES ENTENDIDA

Pero hay una solución para que Satanás no quite la palabra de su corazón y usted pueda salvarse. ¿Por qué el diablo quita la palabra del corazón? Porque las personas no entienden la palabra de Dios. La raíz de la palabra entender es “Unir” – Usted entiende algo cuando une todas las piezas del rompecabezas. Usted entiende algo cuando el por qué, el cómo, el dónde, el cuándo de un tema o de un asunto en especial.

Por ejemplo. Cuando Jesús se encontró a unos discípulos en el camino a Emaús, ellos no entendían las cosas que habían pasado acerca de Jesús, y observe lo que les dice Jesús. Lucas 24:25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! 26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? 27 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.

 Jesús les está uniendo toda la información que decía acerca del Cristo desde el Antiguo Testamento. ¿Y qué pasaba en los discípulos cuando Jesús les enseñaba estas cosas? Lucas 24:32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? Arder el corazón significa “Una emoción extraordinaria” – Cuando usted entiende las Escrituras, cuando usted comprende la palabra de Dios su corazón arde de alegría, su corazón arde de entusiasmo porque la entiende, si su corazón arde de alegría cuando escucha la palabra de Dios significa que usted la está entendiendo y cuando la entiende ya Satanás no podrá quitarla de su corazón.

¿Desde cuándo empieza a arder nuestro corazón al escuchar la palabra de Dios? Cuando tenemos la información suficiente para unir las ideas, para entender el por qué, el cómo, el cuándo, el dónde. El punto es que no entendemos por arte de magia, sino que entendemos cuando leemos o estudiamos la palabra de Dios a diario, todos los días, en todo momento. Cuando la palabra de Dios es nuestro alimento espiritual diario.

Satanás quita la palabra del corazón de las personas, porque muchas personas solo escuchan la palabra de Dios de vez en cuando, y no son constantes en el estudio de la biblia en la lectura de la Biblia.

No solamente las personas del mundo no entienden la biblia, hay también cristianos que no entienden la palabra de Dios. Cristianos que se van de la iglesia no entendieron la palabra de Dios, los cristianos que son problemáticos no entienden la palabra de Dios, los cristianos que se desaniman por los problemas no entienden la palabra de Dios, los cristianos. El entendimiento en la palabra de Dios nos ayuda a soportar hasta el final de nuestra vida.

Cuando usted dice: “Ahora entiendo” “Ahora comprendo” “Ahora veo con claridad lo que quiere decir Jesús” “Ahora puedo saber a qué se refiere” Cuando decimos este tipo de expresiones, entonces es porque estamos entendiendo la palabra de Dios. Y es allí cuando sentimos alegría y emoción en nuestros corazones, es allí cuando arde nuestro corazón por la palabra de Dios.

Amado amigo, si no entiende y si no obedece al evangelio de Cristo, le invitó a seguir escuchando, a seguir estudiando, no se aleje de la palabra de Dios, que llegará el momento en que usted la entienda y a sí Satanás ya no se la pueda quitar y usted pueda salvar su alma.

Amado hermano, no deje que nada ni nadie lo aleje de la palabra de Dios, ni de los caminos del Señor. Esfuércese por estudiar y por leer la palabra de Dios todos los días de su vida para que la pueda entender y así Satanás no la quite de su corazón.

Pídale a Dios que le dé sabiduría espiritual para entender su palabra, y le aseguró que él le dará el entendimiento que usted necesita para el beneficio de su alma.

¿Conoce Usted La Verdad?

Hermanos y amigos, les doy las gracias por visitar mi blogspot, espero que les pueda ser de ayuda en muchos de los estudios y sermones que he publicado, recuerden, si tienen alguna inquietud, o si quieren que publique un sermón o un estudio con algún tema específico no duden en consultarme y ponerme al tanto, que con el mayor placer podre ayudarles hasta donde el Señor nos ha permitido llegar en su hermosa revelación encontrada en las sagradas Escrituras.

Deseo en ésta oportunidad compartir con ustedes una página donde se encuentra en detalle y con una profundidad y claridad impresionante acerca de LA VERDAD, ¿Qué es la verdad? ¿Es posible que haya una verdad absoluta en medio de tanta confusión?  ¿Quién determina quien tiene la verdad? éstas y muchas otras preguntas son respondidas por un hermano de la iglesia de Cristo llamado JOHN MOORE, es una serie expuesta en 6 vídeos muy interesantes que despejaran minutos tras minutos las verdades más maravillosas que necesitas conocer y obedecer antes que la muerte te sorprenda en cualquier momento, recuerda, "Todos tenemos una cita con la muerte, a la cual nadie llegara tarde" así que no andes por la vida siendo sabio en tu propia opinión, sino más bien oculta tu orgullo y deja que Dios hable a tu corazón por medio de su preciosa palabra.

Te animo para que visites la página.

Es la entrada que se encuentra en la parte inferior derecha de mi blog, y se llama "Buscando La Verdad"

Sé que será de gran provecho espiritual para tu vida. Saludos y bendiciones, nos vemos en una próxima entrada.

Descripción De La Muerte De Jesús En La Cruz Del Calvario

DESCRIPCIÓN DEL SUFRIMIENTO Y DE LA MUERTE DE JESÚS EN LA CRUZ DEL CALVARIO
Adaptado por Alexander Monroy

La flagelación era un método de tortura tan brutal que a menudo las víctimas no sobrevivían. La gran pérdida de sangre hacía que la persona sufriera choque hipovolémico (un cuadro caracterizado por la aceleración  del ritmo cardíaco, para compensar la pérdida de sangre, un descenso de la tensión arterial que provoca desmayo o lipotimia -perdida repentina y pasajera del conocimiento-, y una suspensión de la actividad renal ya que los riñones necesitan mantener el mayor volumen de sangre posible) Además, como el  cuerpo necesita líquido para reponer la sangre perdida, la persona siente muchísima sed.
    Después de este castigo, sin contar otros golpes y malos tratos, Jesús fue llevado a la cruz.  Durante la crucifixión, se acostaba a la víctima con los brazos perpendiculares al torso. Se usaban clavos de entre 12cm y 22cm (5 y 9 pulgadas) de largo, para atravesar las muñecas y clavarlas al madero, lo cual producía el aplastamiento del nervio mediano (el nervio más importante que  llega hasta la mano) y causaba enorme dolor.
Las rodillas quedaban flexionadas, y se atravesaban clavos a la altura de los tobillos. Cuando finalmente se elevaba a la víctima a la posición vertical, los hombros (Y a veces, los codos y muñecas) se dislocaban a causa del peso del cuerpo, de modo que ya no servían para aliviar la presión en el pecho.
    En aquel momento, los clavos en las muñecas mantenían el cuerpo en una posición en la que la opresión en el pecho era tremenda e impedía que la víctima se dejara caer hacia delante. Debido a que la opresión en el pecho dificultaba la exhalación del aire, para aliviar la presión, la víctima debía  estirar las piernas afirmándose en el clavo de los tobillos a modo de palanca.
Después de expulsar el aire, el condenado volvía a su posición inicial.
     La cruz se construía con maderos toscos, así que cada vez que el crucificado rozaba la  espalda, en especial cuando la carne tenía laceraciones como consecuencia de los azotes, sentía un dolor extremadamente intenso. Poco a poco, se debilitaba, y la frecuencia respiratoria disminuía, lo cual aumentaba la acidez en sangre. Esto, a la vez, alteraba el ritmo cardíaco que ya había sufrido una aceleración debido al choque hipovolémico. Como consecuencia, se producía acumulación de líquido en los tejidos que rodeaban los pulmones y el corazón.
Finalmente, la muerte se producía por asfixia o paro cardíaco.
     Algunas veces, según el estado físico de la víctima en el momento de ser crucificado, la muerte se producía después de varios días.
Si el verdugo quería acelerar el proceso, quebraba las piernas del crucificado con un garrote y la muerte se producía en pocos minutos.
En el caso de Jesús, cuando los soldados se apresuraban a quebrarle las piernas, vieron que ya estaba muerto.
Para asegurarse de su muerte, el soldado tomó una lanza y se la clavó en el costado, perforando el corazón y el pulmón. En el caso de que Jesús aún hubiera estado con vida, sin duda habría muerto como consecuencia de la herida recibida en su costado.
Para un verdugo profesional, no había  ninguna duda de que Jesús estaba muerto.
   Es evidente que Jesús sufrió muchos de los tormentos descritos con anterioridad, si bien su muerte ocurrió a las seis horas de haber sido clavado en la cruz. Los crucificados solían durar dos o tres días, y en ocasiones una semana o más. Evidentemente, cuanto más tiempo vivían, más penosos eran sus sufrimientos físicos. La naturaleza sensitiva y refinada de Jesús debió sin duda potenciar su percepción del sufrimiento físico, de forma que sus seis horas de agonía bien pudieron equivaler a los dos o tres días habituales en un criminal endurecido. El clamor de Jesús: "-¡Tengo sed!", no fue sólo un cumplimiento de la profecía del Salmo 69:21: "en mi sed me dieron a beber vinagre", sino que era también una indicación de la existencia del proceso descrito con anterioridad.

Por terribles que fueran sus sufrimientos físicos, Jesús fue torturado por una angustia mental aún mucho mayor. "Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: ‘Elí, Elí, ¿lama sabactani?’ (que significa: ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?’)" Mateo. 27:46. Como sustituto del pecador, Jesús había de experimentar la desesperación de sentirse totalmente abandonado por Dios, tal como sucederá a todo pecador perdido. Estaba atravesando el horror de esas densas tinieblas en las que ni un solo rayo de esperanza atraviesa la bruma. Sintió en su plenitud esa angustia inminente de saber que estaría separado de Dios debido al pecado. Fue en la cruz donde el Hijo de Dios sintió plenamente el peso aplastante de los pecados del mundo entero. Si sus sufrimientos hubieran consistido meramente en dolor físico, su muerte habría sido mucho menos penosa que la de muchos mártires. Pero el dolor corporal no fue más que una pequeña parte de su agonía.

  Qué dolor más grande por el que paso nuestro Señor Jesucristo, no solo es decir que vino a morir por nosotros, sino que lo que padeció en la cruz fue algo realmente terrible por el que experimentará todo aquel que nunca se arrepienta o que nunca obedezca de corazón a Jesús, muchos dicen que Dios no será capaz de castigar al ser humano eternamente, pero sí pudo entregar a su Hijo ¿Por qué no ha de castigar a aquel que no le obedezca como debe ser? Muchas personas están ignorando este enorme sacrificio de Cristo en la cruz del calvario, pero la realidad es que están desaprovechando la única oportunidad de sus vidas, las cuales de no hacerlo, se arrepentirán por el resto de sus vidas, acordándose y lamentándose por todo lo que pudieron hacer y que no hicieron por causa de sus pecados que nunca se los quisieron quitar de encima, y se dejaron seducir por la dulce muerte que los atormentará por los siglos de los siglos. 
CONCLUSIÓN
No basta solamente con saber y entender el sufrimiento por el que tuvo que pasar nuestro Señor, sino que nosotros también tenemos que poner de nuestra parte para sufrir por él, a fin de que así como él pudo vencer, nosotros también podamos seguir hacía adelante en esta lucha, pero solo si estamos enfocados en aquel que todo lo puede, en aquel que se entregó por nosotros, en aquel que Dios su vida por nosotros, quien nos enseñó a través del sufrimiento, la grandeza de soportar todo por amor a nuestras propias vidas y salvación. 

Fuente: Guía Holman de Apologética Cristiana  © 2009 por Doug Powell, B&H Publishlng Group, 2006, Nashville, Tennessee.